Mientras ella salía del baño, su voz dulce y delicada llegó a mis oídos…
- No te preocupes, ya terminé de bañarme, es que realmente estaba cansada y tenía que relajarme para poder estudiar contigo.
- Vale, es agradable esperarte.
Al mismo tiempo se acercó frente a mí, tenía una delgada toalla de baño, de color blanco que cubría todo su cuerpo, en ese instante pude notar toda su figura delineada por aquella tela que la embellecía. Tal vez ella estaba igual de nerviosa que yo, pero no lo demostraba, era muy amigable y tierna conmigo.
A decir verdad toda mi mente se fracturó en un mar de fantasías, frente a mi estaba una chica muy linda y seductora. Su sonrisa suave y hermosa se mezclaba en su tono cálido de piel, ligando cada uno de mis deseos a sensaciones corporales cada vez más excitantes. De pronto ella rompió un bello silencio prolongado.
- Dicen que la naturaleza es una expresión mágica de la vida, no crees?
- A decir verdad cualquier expresión tan natural es digna de admirar, como..
- Lo sensual
- .. tu piel.
- ¡Vaya, vaya! En verdad lo crees?
- No cabe duda, que cualquier hombre caería en ese mágico mundo.
- Dime, crees que soy linda?
En ese momento ella acarició su cabello, con un toque tan íntimo que mi visión no pudo conjeturar la delicadeza de aquellas caricias, que se deslizaban y bajaban a su cuello como pequeños trazos de una magnífica obra de arte, y que finalizaron profundamente en mordeduras insaciables en sus labios.
- Creo que eres una de las hermosuras más apasionantes de la toda la naturaleza.
- Wow, eso sí que es placentero escucharlo de tus propios labios.
- No imagino cómo perdería la cordura en tu piel.
- Como amiga siempre había querido pertenecer a tus manos, para descubrir “cositas” mucho más sensibles de ti.
Inocentemente mi sentido se desmesuró completamente. Ella continuaba con un movimiento tan sensual en su cuerpo, que mis percepciones de la realidad se hicieron fugaces. Ella continuaba cada vez más candente.
- Quien sabe que podría descubrir más de ti, que me guste.
- En verdad tus inspiraciones podrían llevarte a muchos lugares, si tú quisieras.
En ese instante cualquier cosa que pasara sería apasionante, excitante e imparable. Con su delicada voz me decía:
- Sentirte cerca estremece mi piel, en este momento no puedo resistirme a mis deseos por ti…
E inocentemente ella dejó caer aquella delicada toalla, descubriendo su contorno tan exquisito como sus labios. Sus senos eran tan redondeados y magníficos de percibir que mis sensaciones se exaltaron; tenía un abdomen fenomenal a su figura y unas piernas bárbaras en contexto. Se dio una vuelta y me mostró su fantástica cola, extendió sus piernas tan sensuales e inclinándose un poco, se movía tan lentamente que ya se imaginan lo que pasaba en mi cuerpo.
Ella poco a poco se acercaba, me acariciaba, me abrazaba y me desinhibía. Mis labios y sus labios se encontraban en cada instante, mientras ella me desnudaba por completo, nuestros deseos una vez explorados, no tendrían límites. Solo puedo describir que aquella tarde no fue una tarde de estudio, fueron momentos conmemorables a lo que ella y yo nunca nos imaginamos pasar juntos.
Recuerdo aquellos fuertes inocencias que demostraban una persecución ajena a nuestra realidad, fue todo tan fantástico que aún mantengo sus contundentes pasiones en secreto, pues nuestra amistad sigue siendo de las mejores. Mi bella amiga, mi bella perdición.